miércoles, julio 6

Te encontré en ese lugar donde uno no suele encontrar gente.
Íbamos a ir a caminar. Hasta que desvíe la mirada y te perdí. Al minuto caí en la cuenta que iba tres pasos Adelante pero, con cierta duda, decidí que no te iba a esperar.
Ya no iba a ser tu bella dama. Le ibas a servir café a otra. A ella le toca conocer tus demonios hoy. A mi me toca mirar a aquel que armo un banco al lado del camino para que pueda descansar.
No. No es como vos.
Pero al menos me hace reír un poco más.

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