viernes, septiembre 12

Sólo vemos oscuridad hasta que decidimos ver la luz. Es cuestión de decidirse. Reinventarse, le dicen.  Y nos gusta reinventarnos cuando un día nos miramos y lo que vemos no nos gusta más. Un momento que se congela en el tiempo, un momento pausado en el espacio, una esencia, una palabra, una mirada, una canción... Así de simple es. Mirarnos para por fin reconocernos y asi juntar cada una de las piezas que fuimos perdiendo. Porque qué es la vida sino un ciclo, momentos, recuerdos, historias que al pasar el tiempo se van desgastando y transformando hasta hacernos perder de vista aquel inicio en el que fuimos realmente nosotros mismos. 
Aquel inicio al que no podemos volver.
Entonces nos reinventamos, renacemos de nosotros mismos. Nos desarmamos para luego juntar cada pieza y acomodarla a nuestro gusto, para así volver a coincidir con lo que somos y con lo que nos olvidamos que podiamos ser.

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