lunes, agosto 18

"Se volvía loca si le tocabas con el dedo el ombligo, 
y se reía como si tratase de desmantelar los planes de toda la tristeza del mundo. 
Se pude querer un detalle, una risa, 
una tarde de domingo donde me enseñó que no decir nada 
también puede ser una canción bonita. "

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