Algún refugio habrá para ocultarme de esta feroz
tormenta de preguntas, de respuestas.
No se a quien preguntar o si tal vez callar
o viejos sitios visitar o mantenerme quieto..
cerrar los ojos y llegar a ver el manto cubriéndote.
Te vi, me vi
y fuimos juntos contemplando el silencio
buscando una y cientos de veces entre el río y el mismísimo mar.
Y fueron las lluvias, su agua y sus vientos
viajando, jugueteando, erosionando
y hoy somos rocas y mañana arenas
bañados por las aguas de este mismísimo mar.
De miedos no quiero volver atrás.
Quiero encontrar las fotos y el tiempo
sobre veces pasadas, recientes, lejanas
en tiempos de furia y de calma.
Soy lo que me espera allá, espérame allá..
Hoy mi deseo es poder desear
que estés bien donde quiera que estés.
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